Ingredientes (4 p.):

½ kg de espinacas

1 patata

150 g de queso gorgonzola

½ yogur

250 ml de leche

100 g de anacardos

1 rama de apio

1 cucharadita de azúcar moreno

10 g de agar agar

agua

1 cucharadita de vinagre de Módena

aceite de oliva virgen extra

sal

vinagreta

Elaboración:

Para la crema, pon a cocer la patata troceada y las espinacas (reserva unas 8 para decorar) en una cazuela con agua y sal. Tapa y cocina a fuego suave durante 15-20 minutos. Pasa el conjunto a una batidora de vaso, adereza con un poco de vinagreta y tritura. Reserva caliente.

Para la gelatina, calienta la leche con el queso en una cazuela y cocina hasta que se funda. Añade el agar agar, y deja que hierva durante 5-10 minutos sin dejar de batir con la varilla. Aparta del fuego, incorpora el yogur y mezcla bien. Pasa el conjunto a unos cuencos y deja enfriar en el frigorífico hasta que gelatinice. Desmolda y corta la gelatina en tacos.

Tuesta los anacardos en una sartén con el azúcar moreno. Añade el apio y saltea. Vierte el vinagre y cocina hasta que se caramelicen. Reparte los anacardos sobre un trozo de papel y deja enfriar en el frigorífico para que queden bien crujientes.

Sirve la crema de espinacas en el fondo de un plato y acompaña con unos anacardos y tacos de gelatina. Riega todo con un chorrito de aceite y decora con unas hojitas de espinaca aderezadas con un poco de vinagreta y unos cristales de sal.