La verdadera Natalia regresa a Valle del Ángel y Valeria acaba detenida por usurpar su identidad

Por fin ha llegado el día tan esperado para Valeria. Va a inaugurar el hotel que ha remodelado en la finca Moncada con la ayuda de Daniela. Todos quieren arroparla en su proyecto empresarial, incluida su amiga de la infancia, Natalia Ugarte. La verdadera hija de Alfonso sigue con vida y hace acto de presencia ante la atenta mirada de todos. Nadie la reconoce, entre otras cosas, porque todos creen que falleció en España en un trágico accidente de tráfico. Sin embargo, Valeria sí sabe quién es y se queda de piedra al verla allí. La daba por muerta y su llegada al rancho está a punto de complicarle la vida. "Estoy muy viva y dispuesta a recuperar lo que es mío", le confiesa a Valeria con un tono serio.

La nuera de Hilario lleva a Natalia a un lugar apartado para hablar tranquilamente con ella. La primogénita de Alfonso le reprocha no haber recibido ningún tipo de ayuda tras el aparatoso accidente de coche que casi le cuesta la vida. Valeria se excusa asegurando que se fue del lugar del siniestro porque creyó que estaba muerta y no quería que la policía la relacionara con el traficante de droga Tony Acosta.

Natalia quiere recuperar su identidad lo antes posible y Valeria le habla de su deseo por encontrar a sus verdaderos padres. Pero Ugarte no la cree y le recrimina haberse beneficiado de vivir su vida, un comentario que hiere profundamente a la esposa de Mateo, ya que su llegada al rancho fue un auténtico calvario. Nadie quería a Natalia y tuvo que luchar para limpiar su imagen y recuperar todo lo que le pertenecía por derecho.

Pero eso no parece importarle a Natalia y le exige que revele la verdad ante todos. Valeria se arma de valor para confesar a Mateo y todos los demás quién es, pero el comandante Bermúdez se lo impide. Ha llegado al rancho tras recibir una llamada de Natalia, asegurando que Valeria ha usurpado su identidad. El policía se ve obligado a detenerla.

Todos se quedan en shock al conocer la verdad, especialmente Mateo. "Has cometido un delito y tienes que pagar por él", le dice Natalia, llena de rabia.

Valeria sale de la mansión de los Moncada esposada, mientras Mateo le pide al comandante que le permita hablar un momento con su esposa. Está profundamente dolido y no comprende por qué no le confesó quién era realmente. "Eres una impostora", le dice con el corazón roto. Su mujer le pide perdón y le suplica que jamás dude de su amor por él.

Mientras tanto, en la mansión, Natalia se enfrenta a su padre tras descubrir que ha malgastado toda su fortuna con Fedra y ahora vive de los bienes de su madre. Está decidida a impugnar el testamento y a luchar por lo que le pertenece, además de deshacerse de Fedra.