Rogelio se queda en shock al reencontrarse con Erika, su exnovia... sin imaginar el secreto que ella oculta

Erika, la madre de Lucas, está cada vez más enferma, y ese es el principal motivo que la ha llevado a regresar a Morelia. Quiere que, si llegara a pasarle algo, Rogelio se haga cargo de Lucas, su hijo. A pesar de haber estado diez años alejada de la vida del hijo de Martina, la doctora sigue enamorada de él, aunque no desea entrometerse en su relación con Paula, una mujer a la que admira por su carácter e independencia. Erika sabe que debe contarle al heredero de los Iturbide que Lucas es su primogénito, pero no sabe cómo decirle la verdad.

Al enterarse de que Paula va a inaugurar una escuela de música junto a su amiga Cecilia, decide llevar a su hijo para que aprenda a tocar la batería. Lucas se convierte en el primer alumno de la esposa de Rogelio y está encantado.

El hermano de Fernando llega a la escuela para ayudar a su esposa con los preparativos de la inauguración y conoce, de manera casual, al pequeño Lucas. Al hijo de Martina le llama especialmente la atención el niño, ya que su abuelo se llamaba igual que él.

Durante la fiesta de inauguración, aparece Erika y Rogelio se queda en shock al verla. No quiere que Paula se entere de que fueron novios. Bernal presenta a su marido a la doctora, y enseguida se da cuenta de que ambos ya se conocían. Para salir del paso, Rogelio le dice que todo el mundo conoce a Erika por ser una prestigiosa doctora en Morelia.

Mientras Paula continúa recibiendo invitados, Rogelio aprovecha para hablar en privado con Erika. Se muestra muy frío con ella y le pide encarecidamente que no arruine la inauguración de la escuela de música de su esposa. Erika, por su parte, quiere explicarle que su estado de salud se está agravando y que necesita su ayuda para cuidar del hijo que ambos tienen en común. Sin embargo, es consciente de que ese no es el momento adecuado para hablarlo y decide esperar una ocasión más íntima.