Dos impactantes noticias dejan en shock a Natalia y podrían cambiar el rumbo de su vida

Mateo, Hilario y Elena le confiesan a Natalia que existe un testamento de Mariana en el que se recoge la última voluntad de su madre: que su primogénita sea la heredera de toda su fortuna. Le explican que el documento estaba en poder de Lalo y que Valeria lo encontró. Llegó a fotografiarlo con su móvil, pero alguien le robó su teléfono y, cuando lo recuperó, había perdido las imágenes. Ahora, nadie sabe dónde está ese testamento, que Lalo guardó celosamente en su cueva.

Decidida a impugnar la herencia de la familia Moncada, Natalia finalmente opta por quedarse en el rancho para luchar por lo que le corresponde y suspende su viaje a Buenos Aires.

A pesar del daño que le causó, Valeria, quien siempre ha tenido en alta estima a Natalia, le tiende una mano. Fue ella quien la alejó de Mateo y quien, al acusarla de haberle usurpado su identidad, la llevó a prisión durante un año. Sin embargo, ahora está dispuesta a apoyarla: se ofrece a declarar a su favor para que recupere sus tierras y, en un gesto de reconciliación, termina abrazándola.

Pero esto no es todo. Natalia recibe otra una noticia impactante. El padre David le asegura que su padre, Alfonso, no se quitó la vida, sino que fue asesinado. El sacerdote le revela que el día en que Alfonso vio los resultados de la prueba de paternidad, hablaron, y él le confesó su intención de reconciliarse con su primogénita y romper su relación con Fedra.

Natalia sospecha que Fedra fue quien mató a su padre y está decidida a descubrir la verdad. El sacerdote le sugiere que exhumen el cuerpo de Alfonso y le practiquen una nueva autopsia para determinar con certeza la causa de su muerte. "Si alguien mató a mi padre, fue ella. Tenía mucho que perder", afirma Natalia, llena de ira.