La jugada sucia de Carlota para llevar a Jesús a la cama

Carlota está cada vez más inestable emocionalmente y su padre Augusto acude a la psiquiatra de su hija para que la trate. Se va a tener que someter a una terapia cognitiva y a una cura de sueño que le ayude a recuperar su estabilidad mental. Para ello, va a tener que ausentarse unos días de la mansión y no quiere hacerlo porque no desea separarse de Jesús. Teme que, en su ausencia, el hijo de Octavio aproveche para acercarse a Mariluz.

Victoriana, que es consciente de la obsesión de Carlota por Jesús, le entrega una pócima para que Jesús caiga rendido a sus encantos y así poder acostarse con él. La hermana de Doménica quiere pasar una noche de pasión con el joven y quedarse embarazada.

Jesús acude a la mansión a despedirse de Carlota al comentarle Augusto que la joven se va de viaje unos días. El hermano de Damián no sabe que, en realidad, se va a someter a un tratamiento para que mejore emocionalmente.

Carlota le ofrece una cerveza y le pone todo el brebaje que le ha dado Victoriana. Jesús comienza a sentirse algo mareado y desorientado. Carlota aprovecha la ocasión para llevarlo a la cama y, cuando se queda dormido, la joven lo desnuda y lo mete en la cama. Quiere hacerle creer que han mantenido relaciones sexuales.

Cuando Jesús se despierta y, ve que está en la cama con Carlota, se queda sorprendido. Está muy confundido y no sabe cómo ha podido acostarse con ella. Ella le asegura que han pasado una noche loca de pasión y el hermano de Samuel, asustado, decirse irse de allí y pone como excusa que tiene un fuerte dolor de cabeza.