(Ingredientes 4 p.)

1 kg. de tomates

200 g de queso feta

16 aceitunas negras (sin hueso)

250 g de azúcar morenovinagre de Módena

agua

aceite de oliva virgen extra

orégano seco

eneldo

seco

2 clavos de olor

Confitar los tomates, 30 min

Elaboración:

Haz una cruz superficial en la base de cada tomate y ponlos a escaldar en una cazuela con agua caliente durante 2-3 minutos. Retira, refréscalos en un bol con agua fría y pélalos.

Introduce los tomates escaldados de nuevo en la cazuela. Agrega el azúcar moreno y los clavos de olor e impregna bien los tomates. Tapa con un paño húmedo o papel de plástico y deja que reposen durante 12 horas.

Pon la cazuela con los tomates al fuego y deja que se confiten suavemente durante 30 minutos aproximadamente (dependiendo del tamaño de los tomates).

Pon unos trozos de queso sobre un plato y espolvorea con un poco de eneldo. Agrega unas aceitunas negras cortadas por la mitad e incorpora los tomates confitados. Condimenta con un poco de orégano y unas gotas de vinagre de Módena. Riega con un chorrito de aceite y sirve. (Puedes envasar los tomates calientes junto con su almíbar y los clavos en tarros de cristal. Cierra con la tapa e introduce en el frigorífico. Aguantan perfectamente un mes.).