Plutarco da un paso más en su campaña por conquistar a Helena y deshacerse de Eva

Los planes de Plutarco para enamorar a Helena siguen su curso. Una vez que se ha hecho la víctima tras la muerte de su esposa Antonia, Plutarco acude al despacho de Helena para felicitarla porque se va a volver a reunir con el pequeño Lalito. Helena está muy contenta y feliz al empezar esta nueva etapa y conseguir reunirse con el pequeño. Plutarco intenta dar el siguiente paso en su acercamiento a Helena. No se anda con rodeos y le dice claramente que empieza a sentir algo por ella. Helena se queda un poco sorprendida al principio, pero no quiere hacerle daño a Plutarco después de la muerte de su esposa, así que de una manera discreta le agradece su interés en ella, pero le dice que de momento prefiere que tengan una relación de amistad y profesional. Eva, que lo está escuchando todo detrás de la puerta, se altera al escuchar las palabras de Plutarco.

En otro orden de cosas, Plutarco está furioso tras la lectura del testamento de su mujer que ha otorgado a Eva parte de las acciones de la empresa, así que decide investigarla a conciencia y descubre que ha falseado su currículum. Con esta noticia acude a ver a Don Adriano para que la despida por haberles engañado, pero la respuesta del dueño de la empresa le deja descolocado.