Adriano cree descubrir al culpable del reciente robo al Grupo Imperio, pero se equivoca de persona

Adriano reúne a todos los empleados en la sala de juntas para informarles de que se ha realizado una auditoría tras descubrir que recientemente alguien del Grupo Imperio ha estado robando a la empresa. Les revela que fue un empleado quien le alertó de esta práctica al detectar ciertas irregularidades con un proveedor fantasma.

Todos los indicios apuntan a que Plutarco está implicado, pero él lo niega rotundamente. "El verdadero ladrón quiere poner en duda mi credibilidad y respetabilidad", asegura ante los presentes. Y continúa diciendo: "Sería absurdo que me robara a mí mismo, soy socio del Grupo Imperio". Adriano confía plenamente en él y cree en su inocencia.

Rebeca Oropeza sospecha que quien ha robado a la empresa, podría ser también el responsable del desfalco que le atribuyeron a Juan Carlos. Eva, al escuchar su argumentación, la apoya, pero Adriano les pide que dejen de lado el fraude de los 3.000 dólares al Grupo Imperio porque, según él, este caso nada tiene que ver con lo ocurrido recientemente.

Finalmente, Adriano comunica a todos los presentes, basándose en las pruebas que tiene, que Marcela Contreras ha sido la responsable del hurto. La mujer le pide al presidente de la empresa que confíe en su palabra, pero el prometido de Eva no da su brazo a torcer. Finalmente, Fernando, el marido de Marcela, confiesa que fue él quien tramitó esos pagos a un proveedor fantasma, aunque reconoce que la idea fue de Rebeca. Lo hizo porque no soportaba que ascendieran a su mujer y ganara más dinero que él.

Rebeca niega llorando su implicación en este asunto. "Son puros inventos. Fernando Quiere salvar a Marcela", argumenta ante Adriano y Plutarco. Finalmente, abandona la sala muy apenada, asegurando que se está cometiendo un delito contra su persona. ¿Qué medidas adoptará Adriano al final?