Mariana decide cambiar su testamento en favor de su hija Natalia tras los celos de Alfonso

Mariana es la dueña de la hacienda Moncada, una enorme propiedad de un gran valor económico. Después de los últimos problemas con Alfonso acude al notario para hacer un cambio en su testamento. Hasta ahora, la hacienda sería para su marido, pero tras los celos que ha mostrado en público y sus insinuaciones sobre la paternidad de Natalia, mariana piensa que no es buena cosa que su marido tenga la hacienda si algo le pasa.

En el notario Mariana decide que toda la hacienda le pertenezca a su hija Natalia que será la dueña absoluta de todo. En ese momento, nadie sospecha lo que puede pasar en el futuro y no se imaginan que ese testamento será más importante de lo que nadie piensa.