¡A Sengül se la han jugado! Le han quitado la casa que Akif le regaló a cambio de su silencio

Orhan no ha ido a trabajar porque no se encuentra bien y, de pronto, aparece un hombre que dice ser el dueño de su casa y explica que un constructor le debía dinero y, a cambio, le entregó la vivienda en la que viven.

Sengül llega al hogar y, al descubrir que aquel hombre es el nuevo casero, se queda en shock. "Esta casa no es suya", le asegura antes de ir a buscar las escrituras. Cuando vuelve con ellas en la mano, le demuestra que tiene razón, pero el extraño insiste en que la vivienda le pertenece y le aconseja comprobarlo en la web del catastro.

Tras su marcha, el tío de los Eren, muy serio, pregunta a su esposa cómo pudo comprar la casa si no tenían dinero. Ella le miente: asegura que heredó un terreno de su abuelo y que Akif, quien adquirió previamente la vivienda tras su desahucio, se la vendió a un precio asequible.

Aun así, Orhan no entiende por qué la propiedad figura a nombre de otra persona. Entonces Sengül le confiesa que también fue estafada por ese empresario. Le explica que, para que le gestionara sus bienes, le otorgó un poder notarial, sin imaginar sus verdaderas intenciones.

Los padres de Aybike acuden a la oficina del presunto estafador y la hallan vacía: el hombre ha desaparecido. Sengül y Orhan deciden acudir a la comisaría más cercana para presentar denuncia contra el estafador. ¿Conseguirán dar con él?

Días después, Orhan busca a Akif en el colegio para agradecerle que les vendiera la casa a un precio reducido. "No es para tanto; soy un hombre muy generoso", responde él con soberbia, antes de añadir que un contratista engañó a su esposa y vendió la vivienda a un tercero. El marido de Nebahat no puede contener la risa al enterarse de que han timado a la tía de Ömer.