La estrategia de Kaan y Akif para ocultar a Ömer la verdad sobre el accidente de Kadir

Ha pasado una semana desde la trágica muerte de Kadir, y los hermanos Eren luchan por adaptarse a una vida sin él. Aunque les cuesta aceptar su ausencia, intentan reunir fuerzas de donde no las tienen para seguir adelante.

Asiye le envía audios y mensajes a Kadir, contándole cómo ha cambiado todo desde que se fue para siempre. Le dice que Ömer está obsesionado con encontrar al culpable de su muerte. A diario, acude a la comisaría en busca de novedades sobre el caso y ha empapelado la ciudad con carteles para localizar algún testigo.

También le habla de Cemile, quien se ha ido a vivir con una amiga, y de Emel. La pequeña ha dejado de llorar, pero su carácter ha cambiado: no se separa de sus hermanospor miedo a perderlos también.

Mientras tanto, Akif y Doruk ingresan a Melisa en una clínica psiquiátrica en Ginebra tras perder la razón por la muerte de su novio. La joven llevaba días sin hablar, con la mirada perdida y completamente desubicada. Sin embargo, Doruk no está convencido de que alejarla de la familia sea la mejor decisión, pero su padre insiste en que ha seguido el consejo médico: "Nos pidieron que la mantuviéramos alejada de todo lo que le recuerde a Kadir. Confío en los médicos, cuidarán de tu hermana y nos la devolverán recuperada", le asegura Akif.

Cuando Doruk se marcha, Akif le confiesa a Kaan que le preocupa que Süsen acabe contándole la verdad a los Eren cuando los encuentre en el colegio. Le pide a su hijo ilegítimo que la vigile de cerca.

Ömer y Oğulcan deciden acercarse al lugar donde Kadir tuvo el accidente, y para ello se valen de Süsen, pidiéndole que los lleve hasta allí. El hermano de Emel está decidido: "Encontraré al culpable de la muerte de mi hermano y convertiré su vida en un infierno", afirma con rabia.

Süsen, cada vez más aterrada, acude a casa de los Atakul para desahogarse con Kaan. Teme que los descubran. Ömer ha empapelado la ciudad con carteles y está dispuesto a hablar con cualquiera que pueda aportar información. Akif intenta calmarla: "Nadie nos vio", asegura.

Süsen se arrepiente de no haber contado la verdad a la policía: en realidad, fue Kadir quien invadió el carril por el que ellas circulaban. Pero se le olvida un detalle crucial: Melisa no tenía carnet de conducir, y podrían acabar en prisión.

Akif le aconseja que controle sus nervios: "Si sigues gritando, acabarás entre rejas y nadie podrá ayudarte”. Kaan, por su parte, le ofrece su apoyo: "Llámame si necesitas hablar".

Un día, mientras trabaja, Ömer recibe un mensaje de un supuesto testigo que afirma haber presenciado el accidente. Pero justo entonces su móvil se queda sin batería. Al ir a cargarlo, tira accidentalmente un plato y su jefe termina despidiéndolo. Desbordado, explota: "¡Mi hermano ha muerto! ¿Por qué nadie me entiende?", grita mientras tira al suelo toda la vajilla.

Al día siguiente, recibe una llamada: el testigo quiere reunirse con él y le da una dirección. Pero Kaan, enterado del encuentro, se adelanta y se presenta en la floristería donde han quedado haciéndose pasar por Ömer. Al hablar con el testigo, descubre que tiene una grabación del accidente donde se ve claramente lo ocurrido. Impactado, Kaan le pide que le envíe el vídeo a su móvil.

Más tarde, informa a Akif, y este decide actuar de inmediato. Le ofrece al testigo una gran suma de dinero a cambio de su silencio y del teléfono con el vídeo. Además, le pide que niegue toda la información cuando Ömer acuda a verlo.

Cuando Ömer llega a la floristería, el testigo, siguiendo las instrucciones de Akif, le asegura: "Debe de haber un error. El accidente que vimos fue hace quince días, no hace una semana”. Ömer sale cabizbajo y frustrado de allí, sin saber que Akif y Kaan lo observan desde un coche cercano, satisfechos de que su plan haya funcionado.