Alí se gana el respeto de Ferman al descubrir que el diagnóstico de un paciente es erróneo

Alí ha empatizado mucho con su paciente. Lo cierto es que el niño le recuerda mucho a su hermano y, aunque lo han diagnosticado de cáncer, el residente no se ha rendido hasta saber qué es lo que, de verdad, le ocurre al pequeño.

Con mucha esperanza y dedicándole mucho tiempo, se ha dado cuenta de que el niño, en realidad, no tiene cáncer como le dijeron.

Tras realizarle una prueba, sin el consentimiento de sus superiores ni de sus padres, Alí ha salido de dudas.

Ferman, al ver lo implicado que Alí está con sus pacientes, ha cambiado su opinión sobre el joven médico. ¡Parece que, por fin, se ha ganado su respeto!