Rebeca se siente sola y desvalida.... ¡Todo el mundo le da la espalda!

Rebeca se arrepiente de todo el daño que ha ocasionado a su hermana Sofía. Todo lo hizo por avaricia. Ansiaba tener una vida mejor y vivir rodeada de lujo y comodidades. Pero, con el ingreso de Álvaro en la cárcel por manipular la turbina del avión de Alejandro y provocar la muerte de varias personas, ya no le queda nada. Eduardo les ha dado la espalda. Se siente sola y desdichada y busca consuelo en Sofía.

Lo que no se imagina es que su hermana sabe que ella la drogó para que Eduardo pudiera meterse en la cama con ella y así hacer creer al hermano de Vanesa que se habían acostado.

Sofía al verla, no puede contener su ira y acaba abofeteándola. Quiere a su hermana fuera de su vida y no está dispuesta a perdonarla. "Te atreviste a drogarme sabiendo de lo que es capaz Eduardo. Eres una mala persona", le asegura a Rebeca muy seria. La hija pequeña de Alfonso le suplica clemencia, pero ya es demasiado tarde.

Rebeca se siente sola y desvalida, así que recurre a su padre para pedirle ayuda. La joven no tiene dinero ni un lugar donde pasar la noche. Alfonso está muy dolido con ella por el daño que ha causado a su otra hija, pero la tiende una mano. Deja que se instale en su casa hasta que encuentre un trabajo y pueda subsistir por su cuenta.

Rebeca confiesa a su padre que nunca quiso hacer daño a Sofía y reconoce que actuó así por envidia a su hermana. "Quería todo lo que tenía Sofía", le confiesa a su padre. Alfonso le recuerda que su hermana es una mujer honesta con un gran corazón que siempre ha velado por su seguridad desde que era pequeña.