La felicidad y el amor imperan sobre el mal y la venganza: repasamos los mejores momentos del último capítulo de Cabo

Sofía y Vanesa entierran el hacha de guerra

Sofía está muy triste por la muerte de su hermana Rebeca. Están en el tanatorio y hasta allí se acerca Vanesa, la hermana de Alejandro. La joven quiere darle el pésame. Está muy arrepentida por todo el daño que le causado y le pide perdón. Reconoce que Isabella y Eduardo han sido una amenaza para la familia Noriega y no ella. "Eduardo nos manipuló a todos. Me hicieron creer que eras una amenaza cuando, en realidad, los enemigos estaban dentro de mi familia", le asegura muy afligida. Desea limar asperezas con la hija de Alfonso y empezar de cero su relación de amistad. Sofía acaba perdonando a Vanesa y se abrazan.

Eduardo intenta acabar con la vida de Alejandro

Alejadro sorprende a su hermanastro en su despacho y le asegura que va a pagar en la cárcel por todas las atrocidades que ha cometido. Eduardo, que está fuera de sí, le apunta con un arma y le afirma que no va a permitir que se reconcilie con Sofía. Se produce un fuerte forcejeo entre ellos y Eduardo intenta ahogar a su hermanastro. Cuando está a punto de acabar con su vida, llega Lucía y, sin mediar palabra, golpea en la cabeza con un candelabro a su hijo biológico dejándole inconsciente.

Los médicos no son muy optimistas con el estado de salud de Eduardo

Eduardo es trasladado al hospital más cercano y hasta allí acuden Lucía y los hermanastros de él. Las noticias no son buenas. El joven ha recibido un fuerte golpe en la cabeza y se encuentra en estado vegetativo permanente. Nunca más podrá hablar ni moverse. La noticia cae como un jarro de agua fría en los Noriega, especialmente, en la matriarca de la familia, ya que ella fue la que golpeó a su hijo para salvar la vida de Alejandro.

Karen no siente lástima por Eduardo

Karen visita a su marido en el hospital. La joven se encuentra sola y desvalida. Su madre Jimena y su hermana Isabella están en la cárcel por todos los delitos que han cometido y, ahora, ella tiene el control de la cadena hotelera de su familia.

La joven muestra una frialdad extrema al ver a su esposo postrado en una cama sin moverse y le dedica duras palabras: "Tu egoismo y tu ambición no te sirvieron de nada. Al final, te quedaste sin nada y, ahora, dependes de una máquina para vivir". La hija de Jimena no está dispuesta a cuidar de él y su único deseo es pasar página y rehacer su vida.

Sofía y Alejandro se juran amor eterno

Sofía se traslada a vivir a La Paz donde creció. Tiene una sorpresa muy especial para su padre. Ha recuperado el chiringuito que fue de sus progenitores durante muchísimos años. Alfonso no puede evitar emocionarse al recordar los momentos felices que vivió allí y los que queda por vivir ahora que va a ser abuelo.

La hermana de Rebeca se sorprende al ver llegar a Alejandro. El empresario quiere recuperarla a toda costa. No puede dejar de pensar en ella y en el bebé que están esperando juntos y pide a Sofía una nueva oportunidad. La joven se deja llevar por su corazón y acaban besándose apasionadamente. Alejandro y Sofía salen a navegar juntos y, en medio del mar, se juran amor eterno.