Ingredientes (2 p.):

1 lámina de pasta brisa

½ piña

20-24 frambuesas

½ limón

2 claras de huevo

100 g de azúcar

agua

aceite de oliva virgen extra

sal

orégano y menta (para decorar)

Elaboración:

Corta la pasta brisa en dos rectángulos (de unos 20 cm x 8 cm cada uno) y colócalos en una bandeja forrada con papel de hornear. Pínchalos con un tenedor (para que no suban) y tapa con otro trozo de papel. Pon encima una bandeja de horno para hacer presión y hornea (previamente caliente) a 180ºC, durante 10-12 minutos, hasta que se doren.

Para el almíbar, pon a calentar el azúcar en un cazo. Moja con unas gotas de limón y vierte un chorrito de agua. Cocina durante unos 7 minutos desde que empiece a hervir, hasta conseguir un jarabe de hebra media (es justo cuando empieza a tomar color).

Para el merengue, monta las claras de huevo en un bol con la batidora de varillas e incorpora poco a poco el almíbar (en caliente) sin dejar de batir durante unos 8 minutos, hasta que se enfríe. Espolvorea con un poco de ralladura de limón y mezcla bien con suaves movimientos envolventes. Introduce el merengue en una manga pastelera.

Corta la piña en dos rectángulos del mismo tamaño que los rectángulos que has hecho con la pasta brisa. Sazona y dóralos en una sartén con una gotita de aceite.

Para limpiar las frambuesas sin que se rompan, pon las frambuesas en un colador y sumérgelas con cuidado en un bol con agua fría. Escurre.

Coloca la piña sobre la pasta brisa y añade unas frambuesas por encima. Termina con una capa de merengue y quema con un soplete. Decora con unas hojas de orégano y unas ramas de menta. Sirve.