Mithal y Seidan se enfrentan a serios problemas de dinero con Alpay

Kenan sigue con su oscuro plan de intentar destrozarle la vida tanto a los Karadag como a los Sirham. Bajo esa apariencia de buena persona y de querer siempre ayudar, se esconde un hombre lleno de ira con sed de venganza tras la muerte violenta de su hijo desequilibrado.

En su momento, le prestó dinero a Mithal para que emprendiera su propio negocio. Kenan hizo todo lo posible por sabotearlo (con que Mithal lo supiera, claro) y después le facilitó los pagarés de la deuda a Alpay como si hubiera sido un error. Lo que Kenan pretendía era arruinarle la vida a Mithal.

Alpay no se ando con rodeos y enseguida que tuvo los pagarés en su mano, contrató a unos matones para acudir a casa de Mithal para reclamarle el dinero. Mithal se encuentra en una muy delicada situación y cuando Seidan descubre a los matones en su puerta, recuerda con pavor tiempos anteriores cuando estaba casada con su exmarido y él tenía problemas económicos.

Mithal, ante la situación creada, no tiene más remedio que hablar con su hermano para que su padre le ayude a pagar la deuda que tiene con Alpay. Es la manera de evitar que los matones regresen a su casa y amenacen a su familia. Seyit Alí se decepciona mucho al conocer la situación económica de su hijo, pero no sólo le termina perdonando, también le ayuda a pagar la deuda.