Kenan, un antiguo amigo de Alpay, aparece en escena y promete cambiar el futuro de Melek y su familia

Alpay se las prometía muy felices cuando secuestró al pequeño Sewyit Alí con la intención de chantajear a su madre y lograr que Kerem aceptara regresar con él a Alemania. Su único interés era conseguir el dinero del contrato que el club de fútbol iba a pagar por su hijo en Alemania y, de paso, saldar la deuda con los matones que le perseguían. Nada de eso le ha salido bien y ahora está atrapado en la ciudad y su futuro parece más oscuro que nunca.

Mientras intenta aclararlo con Funda, se tropieza en el restaurante con un viejo amigo. Hablamos de Kenan. Juntos pasaron numerosas penalidades hace 20 años y, desde que Alpay regresó a Alemania, no se habían vuelto a ver. Alpay y Kenan se funden en un gran abrazo cuando se cruzan en el restaurante donde ambos comen y deciden verse más tarde para ponerse al día con sus respectivas vidas. Alpay se queda sorprendido por el gran cambio que ha visto en su antiguo amigo.

Kenan ha pasado de ser un mendigo que intentaba buscarse la vida como fuera a un personaje poderoso y con dinero al que la gente teme y respeta a partes iguales. Kenan asegura que su vida ha dado un cambio radical y que ahora ha logrado todo lo que se propuso en el pasado.

Alpay también pone al día a su amigo sobre su vida y no se olvida de contarle sus problemas con Melek y con sus hijos. Asegura estar 'atrapado' en la ciudad. Kenan se siente en deuda con su antiguo amigo por todo lo que hizo por él en el pasado y promete ayudarle en todo. Una siniestra sonrisa resbala por la cara de Kenan y Alpay. Algo terrible andan preparando ambos y no será bueno ni para Melek ni para su familia.