Halil y Melek aclaran lo ocurrido en el pasado al tiempo que descubren sus sentimientos

El buen amigo y consejero de Halil, Mirsha, sabe muy bien por lo que tuvo que pasar el hijo de Cumali cuando Melek huyó de su boda con Alpay. Ahora que Melek ha regresado, Mirsha considera que es el momento de descubrir todo lo que acurrió desde entonces y que Melek desconoce. Saca un diario escrito por Halil y se lo presenta a Melek para que lo lea. Ella en un principio se niega, porque considera que es personal y contendrá reflexiones que no debería conocer, pero Mirsha insiste y ella acaba por leer lo que Halil pensaba en su momento tras su marcha.

Leyendo el diario de Halil, a Melek le surgen muchas dudas. También descubre unos secretos que ella no conocía. En cualquier caso, la lectura de ese diario provoca en Melek un pensamiento abstracto de lo que pudo haber sido y no fue y de las consecuencias de sus propias decisiones que han provocado la desazón y la tristeza en una persona como Halil que se abre de corazón en un diario que nunca imaginó pudiera llegar a leer Melek.

Ha pasado toda la noche y Melek ha tenido un sueño muy revelador. Imagina cómo habría sido su vida si no hubiera cometido el error de marcharse y dejar plantado a Halil antes de casarse. Está muy arrepentida por haber cometido semejante error y le duele conocer lo que podría haber sucedido viviendo junto a Halil. A la mañana siguiente, Melek se hace una promesa a sí misma sobre Halil y el futuro.

Melek acude a la tienda donde está trabajando Halil para devolverle el diario que le ha dado Mirsha. Halil se queda algo perplejo al descubrir que ella tenía ese documento y ella le tranquiliza por haberlo leído. Melek también tiene algo que darle a Halil. Unas cartas que le escribió y nunca le llegó a enviar.

Ambos se sientan juntos para hablar sobre lo que ocurrió hace 20 años. Halil le confiesa a Melek que estaba enamorado de ella, y ella le cuenta que pensaba que él se había comprometido con otra mujer. Ese malentendido de entonces provocó la decisión de Melek que veía aquella boda como una imposición familiar y pensaba que Halil nunca la querría. ¡Qué equivocada estaba! Ahora se da cuenta de lo que realmente sucedió entonces.