El día en el que Melek destruyó el futuro de su familia y el de Halil

Seyit Alí y Cumali, los cabeza de familia de los Karadag y los Sirham respectivamente, son amigos desde la infancia. Ambos se consideran 'hermanos' y los dos han emprendido una exitosa vida con su comercio en el zoco. Son uña y carne y se aprecian mucho. Cuando sus respectivos hijos se hacen mayores, ven una gran oportunidad de convertirse en una misma familia, el gran sueño de los patriarcas Karadag y Sirham. Melek y Halil se convertirán en marido y mujer, pero ella tiene otros planes.

Es el día más importante en la vida de ambas familias. Está todo preparado y los invitados llenan la mansión de los Karadag. Todo el pueblo está allí. Comida, música, alegría y los jueces están listos para sellar el matrimonio de ambos hijos, pero Melek todavía no se ha vestido, a pesar de que la familia del novio ya está preparada. Nefise, la tía de Melek y la hermana mayor de Seyit Alí sube a la habitación para ver cuánto le queda a Melek para bajar y se queda sorprendida de que todavía no esté lista. Melek la tranquiliza y ella le da unos minutos.

Melek tiene otros planes para ese día. Un joven Alpay le espera al otro lado de la calle y ella se escapa por una ventana para huir con él. El resto ya es historia. Melek ha pasado alejada de su familia 20 años en los que ha tenido tres hijos y ha vivido completamente desconectada de los Karadag. No es consciente del gran problema que le ha creado a los suyos. Los Sirham se sintieron humillados ante el desplante de Melek y acusaron a los Karadag. La amistad profunda entre ambos patriarcas se rompió para siempre y Halil no volvió a ser el mismo. Munca más confió en otra mujer y, a día de hoy sigue sin haberse casado. Hay heridas que nunca cicatrizan.