El exmarido de Cemre no cuenta con el apoyo de su familia
La encerrona de Ömer e Iskender para atrapar a Çelebi
Çelebi está acabado. Ya no tiene el apoyo de su familia. Su propio hermano Iskender y Ömer quieren dar con su paradero, pero no es fácil, así que idean un plan para atraparle.
Publicidad
Çelebi ya no cuenta con el apoyo de nadie. Está solo y su único deseo es poner tierra de por medio para no acabar entre rejas. Pero, su hermano Iskender y Ömer no se lo pondrán fácil. Ambos se ha aliado para atraparlo.
Iskender colabora con la policía para poder dar con su paradero y, aprovecha la ocasión cuando su madre se reúne con Çelebi en uno de los almacenes de la empresa para acudir hasta allí acompañado de los agentes.
El joven aparece en el lugar donde su madre se ha citado con su hermano y la reacción del exmarido de Cemre no se hace esperar. Sospecha que le han tendido una trampa y apunta a Iskender con un arma. Al final, el joven consigue arrebatársela, pero el exalcalde intenta ahogarle. La madre de ambos interviene para salvar a su hijo pequeño. En ese momento, llega la policía para detener a Çelebi y a su madre.
El exmarido de Cemre no está dispuesto a ir a prisión y apunta a su madre con el arma para poder escapar de la policía. El padre de Günes se sube al vehículo que está esperando a su madre para volver a casa y, cuando está ya dentro del coche con su progenitora, se percata que el conductor es Ömer. Se produce un forcejeo entre ambos y, al final, el marido de Rüya le reduce golpeándole fuertemente en la cabeza hasta dejarle inconsciente.
Ömer lleva a Çelebi a un vertedero de basura y, cuando recobra el conocimiento, su intención es acabar con su vida de un disparo, pero, en ese momento, aparece Rüya y le intenta convencer para que no cometa una locura. Le asegura, para animarle, que Ozan ya ha despertado y está fuera de peligro, pero Ömer está fuera de sí y Çelebi, además, no para de provocarle. En el fondo, el exalcalde prefiere morir que acabar en la cárcel.
Pero el plan del exmarido de Cemre se va al traste. Llega la policía y le detiene, aunque, al principio, intenta huir. Al final, tiene su merecido y, muy a su pesar, acaba en prisión.
Publicidad