El padre de Nazli reaparece en su vida fingiendo haber superado su adicción, pero todo es mentira

Alí está aprendiendo a conducir cuando, en plena carretera, se encuentra con un hombre montado en bicicleta. Al intentar esquivarlo, pierde el control y se estrella contra una farola. El ciclista, misterioso y malherido, es trasladado al hospital Berhayat. Nazli se lleva una desagradable sorpresa al descubrir que se trata de su padre, a quien no veía desde hace años debido a sus problemas con el alcohol.

Mientras el hombre permanece ingresado, Gülengül decide ponerlo a prueba para comprobar si, de verdad, ha dejado la bebida. Para ello, deja una botella de alcohol en su habitación y, al ver que no la ha tocado, se sorprende. Sin embargo, todavía desconfía y le pide que abandone el hospital.

Alí intenta convencerla de que sea más comprensiva: "No lo eches del hospital. A lo mejor tu padre ha dejado de beber", le dice a su novia.

Tras pensarlo, Gülengül decide darle una oportunidad. Sale tras él y le entrega las llaves de su casa para que se hospede allí temporalmente. Vefa, orgulloso de su decisión, la apoya: "Has hecho lo correcto", le asegura. "Espero que tengas razón… No quisiera arrepentirme", responde ella con temor.

Gülengül vivió un infierno durante su infancia a causa de su padre. Recuerda cómo maltrataba a su madre cada vez que perdía el control por el alcohol, y no quiere revivir esa pesadilla. Por eso, le pregunta directamente a su progenitor si realmente ha dejado de beber y él le jura que sí. Finalmente, padre e hija se acaban reconciliando con un abrazo.

Sin embargo, el padre de Nazli está mintiendo. Una noche, le pide dinero a Vefa, quien sospecha de sus intenciones y decide seguirlo. Alí se lleva una gran decepción al descubrir que ha ido a una tienda a comprar alcohol. El joven teme que su novia vuelva a sufrir por culpa de su padre. ¿Acabará Vefa contándole la verdad a su pareja?