No quieren que su padre Ruiz Montalvo acabe en prisión
Mari Luz y Doménica protegen a Augusto frente a los hermanos Sánchez
Mari Luz y Doménica intentan proteger a Augusto frente a los hermanos Sánchez. No quieren que su padre acabe de nuevo en prisión por culpa de ellos.
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Las hijas de Augusto están muy disgustadas tras descubrir que los hermanos Guerrero son en realidad son los hijos de Octavio Sánchez y Elisa Corso.
Mari Luz está entre la espada y la pared. Ama con locura a Jesús y está esperando un hijo suyo y, ahora, acaba de descubrir que Ruiz Montalvo es su padre biológico. No se quiere posicionar a favor de ninguno de ellos, pero tampoco quiere que su padre vaya de nuevo a prisión por los hijos de Elisa. Así que, cuando habla por teléfono con el que va a ser el padre de su hijo, le intenta convencer para que no denuncie a su progenitor. Pero, Jesús está dispuesto a destruirlo y le pide a la hija de Guadalupe que lo entienda. "Perdóname por lastimarte, pero quiero llegar hasta las últimas consecuencias con Augusto", le confiesa a Mari Luz.
Doménica tampoco está pasando por un buen momento. Confió en Damián y, ahora, se siente traicionada por él. Le ha mentido y vertido acusaciones muy graves sobre su padre que le han llevado a prisión y no está dispuesta a perdonarlo.
El hermano de Jesús le revela que su deseo era haberle contado toda la verdad, pero primero buscó a su madre y encontró las pruebas para inculpar a Augusto de la muerte de su padre Octavio. Además, Damián le confiesa que está locamente enamorado de ella y que es el amor de su vida. Pero, la hija de Victoriana está muy enojada con él y le pide que se aleje de ella.
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