Elisa logra el objetivo de reunirse con sus hijos pero alguien quiere hacerle daño

Uno de los grandes temores de Elisa era saber cómo iba a ser la reacción de sus hijos cuando la volvieran a ver. Ella se tuvo que marchar de improviso y no se pudo despedir de sus pequeños. Los motivos de su marcha nunca quedaron claros y la falta de información hizo que afloraran numerosas teorías sobre su desaparición. Ahora que ha regresado tiene dos grandes objetivos. Por un lado limpiar su nombre, ya que la vincularan a un asesinato que nunca cometió; y por otro lado reunirse con sus hijos para explicarles los motivos de su marcha.

En cuanto a limpiar su nombre, Elisa todavía no tiene la suficiente información para poder demostrar su inocencia y deberá seguir luchando por conseguir esas pruebas que la exculpen. En cuanto a sus hijos, ha logrado reunirse con ellos y afortunadamente para ella, su reacción ha sido de gran alegría. Elisa no puede estar más feliz.

Ahora que ha recuperado el contacto con ellos después de tanto tiempo, Elisa quiere saber con detalle cómo ha sido sus vidas durante este tiempo y cómo consiguieron reunirse de nuevo. Jesús es el verdadero artífice de su unión. No sólo los consiguió reunir de nuevo, sino que se ha comportado con ellos como un verdadero padre. Todos le están muy agradecidos y Elisa muy orgullosa de que su hijo mayor tomara las riendas de su futuro y el de sus hermanos.

Pero la felicidad de Elisa no es completa. Alguien sabe que ha regresado y quiere conocer cuáles son sus objetivos. Los hijos de Elisa logran detener a un tipo que se había colado en su casa con malas intenciones. Esto hace que Elisa se traslade a vivir con sus hijos. La vida en su casa ya no es segura.