Los Koroglu eligen a Nalan para casarse con Sedat ante la sorpresa de Adil y la antipatía de Feride

Rifat ha tomado cartas en el asunto al descubrir que su hijo Sedat no ha roto con la mujer con la que se ve a escondidas. Una mujer casada con dos hijos cuya relación con Sedat puede hundir la reputación de la familia. Ante la posibilidad de que Rifat elija a una mujer que no cae bien a la familia, Selen encuentra a Nalan, una joven que trabaja en el departamento de decoración de los hoteles de la familia y a la que considera adecuada para servir como cortina de humo que pueda evitar el escándalo de Sedat.

En cuanto Selen le pone el nombre de Nalan a su padre sobre la mesa, a Rifat le parece una excelente idea y decide llamar a la familia de Nalan para conocerse y pactar una primera cita de su hijo con Nalan. Cuando Adil recibe la llamada de Rifat se queda algo sorprendido por la petición, pero le conoce de hace tiempo y considera que se trata de una familia respetable. Da su aprobación a que Nalan se vea con Sedat, aunque Feride no está muy de acuerdo ya que eso supone perder el control de su hija por unas horas.

Nalan está tan sorprendida con la propuesta como Sedat. Acepta verse con él en un restaurante, aunque está muy nerviosa por la cita. Conoce bien a Sedat, es el hijo del dueño de la empresa para la que trabaja y tiene fama de mujeriego y vividor. Han tenido un encuentro casual en la cafetería del hotel, pero nada hacía presagiar lo que iba a suceder después.

La cena se desarrolla con normalidad, aunque ambos jóvenes se muestran nerviosos por la situación. Sedat da la impresión de ser un joven mucho más cercano de lo que los periódicos dicen y Nalan intenta mostrarse educada, aunque siempre preocupada por lo que pueda decir su madre a la vuelta a casa. Lo que ninguno de los dos sabe, es que Selen ha convocado a la prensa del corazón en la puerta del restaurante para hacer oficial el compromiso de su hermano.