Solimán está furioso con su hijo Mustafá y Hürren aprovecha el momento para influir en el sultán

Solimán recibe a sus visires en el consejo. Una noticia sobre Mustafá le llena de preocupación. El heredero del imperio ha emprendido una arriesgada misión para intentar atrapar a un pirata poniendo en riesgo su vida. El sultán monta en cólera al escuchar la insensatez de su hijo y recuerda que es la segunda vez que comete un error parecido.

Hürren, que se ha enterado de lo sucedido, aprovecha un momento de conversación con Solimán para intentar influir en su majestad. Le recuerda que Mustafá no es el único heredero del imperio y que Solimán podrá contar también con sus hijos para ese cometido. Hürren nunca descansa.