Nadie en el imperio otomano se espera la decisión que acaba de tomar Solimán con su visir Ibrahim

Ha llegado el día en el que Solimán toma una de las decisiones más importantes de todo su mandato. Desde hace tiempo ve con sorpresa la forma de comportarse de su mano derecha Ibrahim. Aunque está casado con su hermana Athysa, el sultán Solimán ve con preocupación los últimos movimientos políticos del hombre de su confianza.

Solimán se da cuenta de que Ibrahim cada vez tiene más poder y cada vez actúa de manera más independiente a sus decisiones. Descubre como el visir hace y deshace a su antojo sin consultarle. Numerosos consejeros y gobernadores de las provincias le han ido informando del comportamiento de Ibrahim. Así que Solimán decide actuar con rapidez y contundencia. Nadie en el imperio se esperaba semejante decisión.