Mihrimah aprovecha la ausencia del sultán para expulsar a Sah del palacio

Con la llegada del buen tiempo, el sultán y su ejército parten para el frente de batalla con la intención de conquistar Viena. Esto supone que Solimán se marchará de palacio durante una buena temporada. Antes de partir, el sultán acude a ver a todos sus familiares y le pide a Mihrimah que, como responsable del harén, cuide bien de todo.

Sin dejar pasar un sólo minuto, Mihrimah da la orden de que Sah, hermana del sultán y archienemiga de su madre Hürren, abandone el palacio. Sah en un principio se resiste y asegura que Mihrimah no tiene autoridad para hacerlo, pero la hija mayor de Hürren ha aprendido bien de su madre y se muestra implacable. Sah descubre que tiene una nueva gran enemiga: Mihrimah