Ibrahim se mete en problemas con el sultán por la princesa Isabela

Isabela desde que llegó a la corte del sultán Solimán no ha dejado indiferente a nadie, muy a su pesar, pues se encuentra cautiva por Solimán.

Hürren la tiene en el punto de mira pues sabe que a Solimán le gusta y teme perder su puesto de privilegio en la corte. Por eso ha acudido al sultán para contarle un 'chisme' de palacio. Según ella Ibrahim e Isabela congenian demasiado y Athysa, mujer de Ibrahim y hermana de Solimán, está molesta.

Isabela, ajena a estos rumores, le ha pedido a Ibrahim acudir a rezar a una iglesia y él se lo ha concedido. Cuando el sultán se entera no le hace demasiada gracia. Pregunta a Ibrahim por qué y qué ocurrió en la iglesia y, cuando Ibrahim le cuenta que Isabela además de rezar, se confesó, a Solimán se le oscurece la mirada. Alguien más conoce ya la presencia de Isabela en la corte.