Ibrahim busca una solución para que Hürren y la madre del sultán hagan las paces, pero no sale como lo esperaba

Después de regresar del campo de batalla, Solimán ha descubierto lo que ha ocurrido con su esposa Hürren. Tremendamente dolido, lo que ha descubierto después le ha provocado una enfado monumental. Ha llegado a sus oídos que Hürren le escribió una carta contándole lo sucedido y ha descubierto que esa carta la recibió Ibrahim y nunca se la hizo llegar. Manda llamar a su hombre de confianza y le abronca por no haberle hecho llegar la carta. Además le responsabiliza de lo sucedido con Hürren. Ibrahim intenta calmarle y busca una excusa para complacer a Solimán.

Ibrahim sabe que está en una situación de peligro, por lo que intenta que la relación entre Valide y Hürren mejore. Para eso, organiza una cena con toda la familia en la que esté presente tanto la madre del sultán como Valide. Pero lo que parece un plan perfecto, tiene sus lagunas.