Alicia da un giro radical e inesperado a su vida: regresa como directora a la fundación de su marido Sergio

Alicia ha decidido volver a su antiguo trabajo. Sus hijos ya son mayores y ella necesita dar un giro completo de 180º grados a su vida. Después de 15 años, decide regresar a la fundación que pertenece a su marido Sergio Carranza para ayudar a los niños más desfavorecidos de México.

El 45% de la población vive en una situación de pobreza y el 10% en una pobreza extrema. El analfabetismo es altísimo y los niños tienen que trabajar a una edad temprana.

Montiel no se imagina que Lucas, el director permanente de la fundación, es el hijo secreto de su esposo. Es un joven con un fuerte carácter que no está acostumbrado a compartir sus funciones en el organismo con nadie y, ahora, con la llegada de Alicia, todo va a cambiar. Dejará de liderar la entidad y la mujer de Carranza será la que tome las riendas.

Casualmente, Martín se persona allí con la intención de hacer un reportaje sobre dicha fundación y entrevista a Alicia, pese a la oposición de Lucas. La hija de doña Eva confiesa al periodista que está muy emocionada con la idea de volver a trabajar allí. Martín le revela cuando están a solas que la extrañaba y que su máximo deseo era volver a verla. El destino parece que les ha vuelto a unir.

Durante la entrevista a Alicia, Lucas, que no puede evitar ponerse celoso, telefonea a su padre Sergio y le cuenta que su esposa ha vuelto a l a fundación con la intención de quedarse. A Sergio le parece una idea excelente y pide a su hijo que no se entrometa en las decisiones que tome Alicia. Sabe que su mujer ha vuelto para estar distraída y eso, en el fondo, a él le viene muy bien para poder pasar más tiempo con su amante Julieta.