Natalia sufre el rechazo de su familia y lucha por recuperar su identidad

Natalia vivía en la Hacienda Moncada junto a sus padres pero su vida se complica cuando su madre muere. Su padre Alfonso empieza a dudar de si él es realmente el padre de Natalia, lo que a ella le provoca un fuerte desasosiego. Natalia tiene un fuerte carácter y esas dudas de su padre la convierten en una mujer caprichosa e irascible que pierde los nervios a la primera oportunidad. De hecho durante una de sus rabietas, provoca varios accidentes en la Hacienda, entre ellos uno que hace que Hilario, el capataz, pierda la pierna.

Su padre comienza una relación con Fedra; ella es mala persona y Alfonso no consigue controlar a Natalia, por lo que entre ambos deciden mandarla lejos, a un internado en España. Allí conocerá a Valeria.

Ambas se convierten en mejores amigas y se apoyan mutuamente pues las dos tienen una historia parecida. Cuando van a hacer un viaje, Natalia se lleva a su novio Tony con ella. Él es un narcotraficante y se aprovecha de la situación para cargar el vehículo con droga. Tienen un grave accidente y Natalia pierde el conocimiento. Valeria aprovecha la situación para huir adoptando la personalidad de su amiga Natalia a la que cree muerta.

Pero Natalia no está muerta y tras recuperarse del accidente, decide regresar a México, a la hacienda de su padre e intentar recuperar su verdadera identidad.