Natalia arriesga todo para acabar con Adrián, pero un error inesperado podría arruinar su plan

Para Natalia, vivir bajo el mismo techo que su exmarido es una auténtica tortura. Aunque está profundamente enamorada de Chente y sueña con compartir su vida a su lado, se ve obligada a sacrificarse para que Adrián crea que realmente está dispuesta a darle una segunda oportunidad.

Cantú, por su parte, sospecha que Natalia solo ha vuelto con él por despecho, después de que Vicente anunciara su boda con Olga. Chente accedió a casarse con la malvada prima de Chole porque creyó que estaba esperando un hijo suyo, aunque, al final, nunca llegaron a darse el sí, quiero. Adrián, decidido a evitar que Natalia se acerque de nuevo a Vicente y regrese al barrio humilde donde vive el nieto de doña Magos, le deja claro que su estancia en su casa será únicamente durante los meses del embarazo de Andrea.

Aunque Adrián no sospecha de Natalia, ella está colaborando en secreto con la policía para reunir pruebas que lo incriminen en una red de blanqueo de dinero y tráfico de armas ilegales. Aprovechando la ausencia de Cantú, accede a su despacho y descubre una caja fuerte oculta tras un cuadro familiar, información que inmediatamente comparte con un agente de policía. La situación se complica cuando le piden que instale un virus en el ordenador de su exmarido, lo que permitiría a las autoridades acceder de manera remota a sus archivos.

Aunque cada vez se siente más incómoda con las exigencias de la policía, Natalia comprende que es la única forma de desenmascarar a Adrián y hacer que pague por sus crímenes. Sin pensarlo dos veces, introduce el virus en el portátil de Cantú, pero justo en ese momento, el empresario la sorprende en su despacho frente al ordenador.

Para disimular, Natalia improvisa una excusa y le dice que estaba intentando descargar unas recetas de internet. Aunque la tensión se apodera de ella y teme que Adrián haya descubierto sus verdaderas intenciones, este parece no sospechar nada y, en un intento de manipularla, le confiesa nuevamente su supuesto amor. En realidad, Adrián solo busca recuperar el control sobre Natalia, apropiarse de su dinero y, cuando ya no la necesite, deshacerse de ella para empezar una nueva vida.