Una boda y un posible divorcio planean sobre la mansión de los Kirman

Devra y Melek contraen matrimonio en un ceremonia sencilla y muy familiar en la que solo asisten Behiye, Fatma y la doctora Zeynep. El resto de los Kirman y Zehra se oponen al enlace y prefieren no hacer acto de presencia.

En la noche de bodas, Devra confiesa a Melek que siempre ha soñado con ser su marido y que es a ella a la única mujer a la que ama. El hijo de Behiye es consciente de que la hija de Sami no está enamorada de él, pero está dispuesto a esperar a que ella le perdone y le dé una oportunidad. "Haré que olvides lo malo. Cambiaré y me convertiré en un Devra diferente", le asegura a la madre de Zehra.

Devra pasa la noche con ella, pero él duerme en un butacón. Melek no puede conciliar el sueño. Piensa en Azad y en lo mucho que le echa de menos.

El hijo de Kadim está pletórico de felicidad. Por fin, está con la mujer que ama y, para él, Leyla se ha convertido en un estorbo, así que decide pedirle el divorcio. La joven enfermera llora desconsoladamente, se acaban de dar el sí quiero y no entiende por qué prefiere a Melek antes que a ella. "Me vas a dejar a mí por una cualquier como Melek", le comenta al primo de Azad. El líder de los Kirman está dispuesto a regalar a Leyla una casa y un coche si accede a poner punto y final a su matrimonio con él.

La enfermera está en shock por lo ocurrido. No se esperaba que Devra reaccionará así tras su boda con la madre de Zehra y, cuando llega a la mansión, descarga su fustración contra Melek. La golpea al verla y confiesa a Nujin que su nieto quiere separarse de ella.