Azad tiene en su poder una carta de su padre Cemal que compromete seriamente a su tío Kadim

Azad está dispuesto a irse para siempre de Harmanli tras la petición que le ha hecho Melek, pero antes acude a la prisión donde estuvo preso para recoger una carta que un reo tiene de su padre Cemal.

El preso le explica al hijo de Zümrüt que la misiva la tiene escondida en una casa que tiene en las montañas y que intentó entregársela personalmente en la mansión, pero su tío Kadim le contó que se había trasladado a vivir a Estambul.

Azad no lo duda ni un instante y va en busca de la misiva. Se muere de curiosidad por saber qué quería comunicarles su padre. Al leerla, se queda de piedra porque, en ella, su progenitor confiesa que, cuando fue secuestrado por una organización, Kadim se negó a pagar su rescate pese estar su vida en juego. En la carta, Cemal acusa a su hermano de haberle traicionado y pide a Zümrüt que no se fíe de él.

El hermano de Alí acude a la mansión para pedirle explicaciones a su tío y el hombre niega rotundamente dicha información. Le asegura que él pagó la fianza y tacha a la organización de mentirosa.

Kadim le pregunta cómo ha conseguido la carta y Azad le explica que se la entregó un preso que conoció en la cárcel. Su abuela Nujin siente curiosidad por saber de qué están hablando Azad y Kadim, pero su nieto no le revela la verdad y, para que se quede tranquila, le asegura que solo estaban conversando sobre algunos momentos vividos en el pasado su tío y él.

Cuando Azad abandona la mansión, Kadim se muestra muy preocupado por la conversación mantenida con su sobrino. Es consciente de que el joven no parará hasta descubrir la verdad. Él está dispuesto a decirle lo que, realmente, ocurrió, pero Devra se lo prohibe. El marido de Melek tranquilaza a su padre afirmándole que nunca permitirá que Azad sepa la verdad.