Zehra, desolada
Ali se lleva a Yamal del hospital sin que Zehra lo sepa y le pone una condición para devolverlo
La huida de Zehra y su bebé de la mansión de los Kirkman tropieza con un contratiempo inesperado. Alí secuestra a su propio hijo.
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Zehra ha tenido que acudir al hospital por una pequeña emergencia en su huida desde la mansión de los Kirkman. Pero tanto Devra como Alí están como locos intentando dar con su paradero. No saben dónde está, pero Bahar se ha ido de la lengua y, coaccionada, ha terminado diciéndole a Alí el paradero del pequeño Yamal.
Alí se presenta en el hospital asegurando ser el padre del niño. La enfermera le dice que Zehra ha tenido que ausentarse un momento, pero que pronto estará de vuelta. No le da demasiada importancia y acaba dejando al pequeño Yamal en manos de Alí que huye a toda prisa de allí para que no le descubran. Cuando su madre se entera de lo que acaba de ocurrir, se muestra orgullosa de su hijo. Ahora la estirpe de los Kirkman vuelve a estar a salvo y le pide a Ali que regrese lo antes posible a Harmanli para poder cuidar del pequeño.
Cuando Zehra regresa a la habitación donde se encuentran los niños para recoger a Yamal, se encuentra con la desagradable sorpresa de que no está. La enfermera le confirma sus peores temores: se lo ha llevado su padre. Zehra está desesperada y llama a Alí para que le devuelva a su pequeño. Alí no tiene intenciones de hacerlo y le dice que si quiere volver a ver al pequeño, deberá regresar a la mansión, pero que nunca le devolverá al niño.
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