Pepa y Tristán liman asperezas dejando atrás los reproches

Pepa decide ir a la casona para recuperar el informe médico de Angustias que Don Julián le arrebató. No quiere que Francisca descubra que Martín no es hijo de la mujer de Tristán.

Al llegar, se encuentra con Francisca en el hall de la casa y su bienvenida deja mucho de desear. La partera le ofrece su ayuda para cuidar de Martín cuando asistan al velatorio y Francisca accede a su petición. Pero, en realidad, los motivos de Pepa son otros.

Tras el funeral, Tristán sorprende a Pepa husmeando en la biblioteca de casa. La partera no encuentra el expediente médico de Angustias, pero, para disimular, confiesa a Tristán que le estaba buscando para enterrar el hacha de guerra. Le vuelve a asegurar que ella no entregó a Angustias la carta que le hizo perder la cordura.