La doctora advierte a Tristán sobre la delicada situación de Pepa

Pepa sigue en la casa e los Montenegro recuperándose de sus problemas médicos. Según el tratamiento de la doctora Gregoria, su situación debería haber ido mejorando con el tiempo, pero según le comenta Tristán, Pepa sigue mal, con alucinaciones y desvaríos. Gregoria no entiende los motivos. Quiere cercionárse de que se le está administrando la medicación tal y como ella lo ha mandado y Tristán le confirma que así es.

Pepa ha pedido regresar a su habitación y dejar la casa de los Montenegro, pero Gregoria considera que es peligroso y un error porque, en el estado anímico de Pepa, puede intentar acabar con su vida, así que le pide a Tristán que impida a Pepa dejar la casa. Lo que ninguno sabe es que detrás de la nula mejoría de Pepa está la mano de Francisca, que ha utilizado el remedio de Gregoria de otra manera.