La familia de Ceren toma una drástica decisión con ella

Ceren parece vivir ajena a lo que sucede a su alrededor. Tras la muerte de Agah se considera la señora de la casa, pues es la madre de su nieto. Aunque todos en la mansión siguen llorando la muerte del patriarca familiar, Ceren decide que es el momento de celebrar su boda.

Lo tiene todo preparado pero su familia no parece muy dispuesta a apoyar su decisión. La hija de Seher descubre con amargura cuáles son los planes de su propia familia.