El primo de Boran, Cihan, ha secuestrado a Sila y ha decidido llevarla de vuelta a Mardin. Se la ha entregado a su tío para que la mate y limpie su honra. Por el camino, ella ha sufrido una fuerte hemorragia y podría haber perdido su bebé.
Es el momento de hacer público el embarazo de Nalan. Cuando los Koroglu se enteran, la alegría inunda la mansión y todo es felicidad. Pero Adil no está tan feliz como el resto de los que allí están.