Después de que Asad fuera asesinado, Narin tiene una noticia que darle a Sila: está embarazada. No se sabe cómo reaccionará su hermano Boran pero ella tiene claro que quiere tener a ese bebé cueste lo que cueste.
Es el momento de hacer público el embarazo de Nalan. Cuando los Koroglu se enteran, la alegría inunda la mansión y todo es felicidad. Pero Adil no está tan feliz como el resto de los que allí están.