Sila quiere que Narim esté lo más guapa posible y que se deshaga de la ropa con la que vestía en el pueblo. Así ha sido su cambio de look que no ha dejado a nadie indiferente.
Es el momento de hacer público el embarazo de Nalan. Cuando los Koroglu se enteran, la alegría inunda la mansión y todo es felicidad. Pero Adil no está tan feliz como el resto de los que allí están.