Momento destacado
Eva se derrumba pensando en Ruth, la hija a la que tuvo que renunciar
La criada no para de pensar en el error que cometió al dar a su hija en adopción por culpa de doña Gabriela.

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Eva y Gabriela guardan un secreto que nadie más sabe. Eva tuvo una hija hace muchos años y, puesto que Gabriela no quería una criada soltera con un bebé, tuvo que separarse de ella.
Gabriela la ayudó, a su manera, y dieron a la pequeña en adopción a los Uribe, un matrimonio amigo de la familia que no podía tener hijos. Desde entonces, ese secreto une a estas dos mujeres para siempre.
A pesar de todo el sufrimiento que supuso, Eva se siente en deuda con la señora Elizondo, por haber buscado un buen hogar para su hija. Por eso siempre le debe respeto y estará junto a ella, aunque muchas veces no compartan las mismas opiniones.
Pero el dolor que tiene el corazón por no poder ver y abrazar a Ruth como lo que es, su hija, la destroza cada día.
Fernando descubre a la criada llorando después de que Jimena y Sarita le dijeran que habían estado en casa de los Uribe y habían visto a Ruth.
Ni Fernando ni nadie se imaginan nada de lo que está pasando.
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