La oportuna intervención de Faruk para salvar a Süreyya de una incómoda situación provocada por su reciente socio

Süreyya ha acudido al local donde su amiga suele actuar por las noches. Ella le ha pedido que la sustituya, pues tiene un catarro enorme y no está lista para cantar. Es una buena oportunidad para Süreyya y ganar algo de dinero extra. Todo discurre con normalidad y Süreyya hace su función sin problemas.

En el local también se encuentra el socio con el que Faruk acaba de cerrar una importante operación. Aunque Faruk no tenía intención de alargar el encuentro, este empresario le ha pedido acudir a un local nocturno para sellar la operación. Allí este empresario ha bebido más de la cuenta y, tras presenciar la actuación de Süreyya, se ha encaprichado con ella. Le ha pedido a sus hombres que hablen con ella para convencerla de que le acompañe a su hotel, pero Süreyya no está para nada interesada.

La situación se pone violenta porque este empresario está borracho e insiste en forzar a Süreyya. Ambos pelean. Afortunadamente aparece Faruk y logra sacar a Süreyya del coche donde la había metido este hombre y mandar a su socio de vuelta al hotel. Faruk intenta calmar a Süreyya y le paga un taxi para que le lleve de vuelta a casa, pero ella está muy asustada y rechaza el gesto de Faruk. Quiere salir de allí la antes posible. Osman, el hermano de Faruk que le ha acompañado en todo este asunto, observa la situación desde la distancia.