El enfado monumental de Fikret al ver que la cuna de su hija está en la habitación de Süreyya

Esma le pide a Süreyya que ponga la cuna de Ada en su habitación para que le resulte más fácil atender a la niña, ya que, de momento, ni Ipek ni Fikret se está haciendo cargo de la pequeña. Ipek sigue con depresión postparto y su marido pasa más tiempo en la oficina trabajando que en la mansión.

Cuando llega Fikret a la residencia familiar y descubre que su hija está en el cuarto de su cuñada, entra en cólera, especialmente, cuando Esma le comunica que ella ha decidido que la cuna de Ada esté en el cuarto de Faruk y su mujer. En ese momento, Fikret levanta la voz a su madre y ella acaba propinándole una bofetada. El ambiente se caldea y Fikret acaba marchándose de la mansión muy nervioso no sin antes manifestar a su madre que solo piensa en Faruk y en su bienestar. "Le has dado a Faruk a mi hija porque él no la ha podido tener", afirma muy enojado.