La hija de Daniela está viviendo una pesadilla
Valeria sufre un infierno en prisión: humillaciones, amenazas y un peligro constante
Valeria, acorralada en prisión: amenazas, humillaciones y una lucha por sobrevivir.

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Valeria está viviendo un auténtico calvario en la cárcel. Su compañera de celda, Dalila, es una mujer de armas tomar y le está haciendo la vida imposible allí dentro. Una noche, encuentra una foto de la primera ecografía que le realizó Gaby para ver a su bebé y la hija de Daniela se enfrenta a ella. Desde ese momento, su vida en prisión comienza a complicarse. Dalila es muy temida por el resto de presas y no permite que nadie le desafíe. Acostumbrada a llevar la voz cantante, en un arrebato de ira intenta asfixiarla con una cuerda. Afortunadamente, todo queda en un susto sin mayores consecuencias.
Valeria consigue hacerse amigas dentro de prisión con las que hablar y desahogarse, y una de ellas le advierte que tenga mucho cuidado con Dalila. Le revela que la reclusa es muy agresiva y que su antigua compañera de celda lleva un mes en enfermería recuperándose del ataque que sufrió por parte de Dalila. Además, ella también sufrió la ira de la conflictiva presa. "Quiere demostrar su poder y si le das algo de dinero, te tratará mejor", le asegura la nueva amiga.

Valeria no puede relajarse a pesar de la presencia de las vigilantes. Está comiendo con dos de sus amigas y Dalila se acerca a su mesa para increparla. Al final, su comida termina esparcida sobre su ropa y se queda sin probar bocado.

Por la noche, sigue la pesadilla. Valeria no se encuentra bien y su compañera de celda le prohíbe vomitar. Llega una funcionaria de prisión e impide que Dalila vuelva a molestarla. Pero, en un descuido de la vigilante, Dalila aprovecha el momento para amenazarla de nuevo si no hace lo que ella le pide: "La próxima vez duermes en el suelo si no me obedeces", le advierte la presa muy seria.

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