¿Se recuperará la pequeña?
Emel resulta gravemente herida en la casa donde limpia Asiye y los dueños, arrepentidos, colman a los hermanos de regalos
Emel resulta gravemente herida tras recibir un disparo en la mansión donde Asiye trabaja como limpiadora y los dueños, arrepentidos, intentan compensar a los hermanos con regalos.

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Los hermanos Eren no están pasando por una buena situación económica. Ömer y Asiye tienen que trabajar para poder salir adelante y, en numerosas ocasiones, la joven tiene que llevarse a Emel a las casas que va a limpiar para no dejarla sola en casa.

La hija mayor de Veli acude a una de esas casas a limpiar tras salir del colegio, acompañada de su hermana pequeña, que está griposa. Los dueños de la mansión se van fuera de la ciudad el fin de semana y la joven se queda hasta tarde recogiendo. Cuando se quiere dar cuenta, ya es de noche y no quiere volver a casa sola con Emel. Telefonea a su hermano y le pide que venga a buscarlas, y así lo hace.
Emel se queda dormida en el sofá y sus hermanos deciden quedarse un rato más para que la pequeña pueda descansar. De repente, en medio de la noche, escuchan un ruido: son los dueños, que regresan a su casa tras cancelarse su vuelo de avión.
Cuando el matrimonio entra y se encuentra con Ömer, creen que es un ladrón y entran en pánico. El dueño de la casa saca una pistola de su bolsillo y le amenaza con dispararle si se mueve.
Se produce un forcejeo entre ambos y el arma se dispara accidentalmente, con tan mala fortuna que la bala impacta en Emel, que está adormilada en el sofá. La niña no responde. Está inconsciente.

La llevan al hospital y los dueños de la mansión acompañan a los hermanos. Ömer está fuera de sí. “Usted casi mata a mi hermana”, le espeta al hombre y continúa: “Si le pasa algo a mi hermana, lo mataré con mis propias manos”. El hombre se disculpa con ellos y confiesa que se asustó al ver al hermano de Kadir allí. “Pensé que había entrado un ladrón”. Ömer se siente responsable: "No he podido proteger a Emel", asegura llorando.
Los hermanos Eren reciben buenas noticias: la vida de Emel no corre peligro. La bala solo ha rozado el hombro de la pequeña y pasan a verla. Están muy felices de que su hermanita esté bien. Entran también los dueños de la mansión para disculparse con Emel. "Mi marido no te vio, pensó que había entrado un ladrón y quería protegernos", le explica la mujer. Están dispuestos a declarar ante la policía si Ömer y Asiye lo desean. Sin embargo, deciden pasarlo por alto porque reconocen que también fue un error de ellos no avisarlos de que se quedarían un rato más mientras Emel descansaba.

El matrimonio se hace cargo de los medicamentos y vitaminas que la niña debe tomar y los llevan de vuelta a casa tras recibir el alta. Cuando descubren que viven en un granero, se quedan impactados. Es invierno y hace frío en la casa. Se preocupan por ellos y la mujer les pide permiso para visitar a la pequeña, mientras que su marido le entrega una tarjeta a Ömer por si Emel vuelve a enfermar. "Sentimos mucho lo que ha pasado, pero os compensaremos, no os preocupéis", les asegura la mujer. El joven Eren responde: "Está todo olvidado".
A la mañana siguiente, el matrimonio visita a los hermanos cargado de regalos e incluso con una estufa, como muestra de arrepentimiento. "A partir de ahora, consideradnos familia", les dice la mujer.

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