La repentina aparición de Melek convierte en imposible la paz entre Cumali y Seyit Alí

Cumali y Seyit Alí eran grandes amigos desde pequeños. Ambos se consideran hermanos y al hacerse mayores vieron la magnífica oportunidad de unir a sus familias con una boda que alegraría a todos. Halil, el hijo mayor de los Sirham y Melek, la única hija de los Karadag se unirían en matrimonio y formalizarían así la unión de ambas familias. Pero algo salió mal.

Cuando estaba todo preparado y sólo faltaba la firma del juez, Melek decidió huir y escaparse con Alpay. Eso supuso un cambio radical entre las dos familias. Cumali y los Sirham se sintieron humillados por la ausencia de Melek y Seyit Alí tuvo que asumir la responsabilidad de lo ocurrido. Desde entonces, y han pasado ya 20 años, la relación entre ambos se rompió definitivamente.

Seyit lo ha intentado de muchas maneras, pero siempre se ha topado con la negativa de Cumali; Todo parecía cambiar cuando llega la noticia de que Mahmut, uno de los hijos de Seyit, descubre que espera un hijo. Cumali ablanda su corazón y Seyit aprovecha para invitar a toda su familia a cenar. Parece que el enfrentamiento entre ambas familias ha terminado. Pero algo está a punto de cambiarlo todo.

Melek, huyendo de los problemas de su hijo y de su marido Alpay, se presenta por sorpresa en la casa de su padre mientras este cena con la familia Sirham. Cumali, muy enfadado se levanta de la mesa y toda la familia se marcha, pues piensan que todo se trata de una maniobra de los Karadag para volver a humillarles. Tras esta noche, Cumali acaba en el hospital ante un empeoramiento de su estado de salud, pero los médicos logran estabilizarle. Seyit Alí aprovecha su ingreso para acudir a explicarle lo que ha sucedido con su hija, pero Cumali no atiende a razones y le expone sus razones para perdonarle.