No va a dejar la empresa
La primera gran decepción de Azra con su madre tras no cumplir lo que le habían prometido
Azra es la mayor de las tres hijas de Çolpan Cevher. Su madre ha llegado a la edad de jubilación y todo apunta a que ella recogerá el testigo del bufete.
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Es un día importante para Azra Cevher. Y lo comprueba tras despertarse en casa y ver cómo su marido y sus hijos le estaban preparando una gran sorpresa. No se trata de ninguna fiesta de cumpleaños, pues todavía no es su día. se trata de una celebración porque hoy es el día en el que su madre, la poderosa abogada Çolpan Cevher se jubila al cumplir la edad y después de más de 40 años de servicio. Todos están muy contentos, sobre todo su marido. Ahora todo apunta a que será ella, Azra Cevher, la encargada de dirigir este prestigioso bufete de Estambul.
De camino a casa, Erman Arsen, el dueño de otra prestigiosa firma de abogados, se ofrece en llevarla a casa, pues ella tiene el coche en el taller. Erman lleva tiempo intentando fichar a Azra para su bufete, pero hasta el momento no ha tenido demasiada suerte. De camino al trabajo, Erman vuelve a la carga y le hace una espectacular oferta de trabajo a Azra. Es un día muy importante para ella y amablemente lo rechaza. Todo apunta a que su madre dirá adiós hoy a la empresa y será ella la encargada de dirigirla. Erman no se rinde y, aunque ya tiene la respuesta negativa de Azra, le hace una confesión que ella no termina de entender muy bien. Según Erman, Çolpan nunca dejará su puesto al frente del bufete.
Sea como fuere, Azra se ha presentado en el bufete familiar. Después de regañar a su hermana Sanem por haberse ido de la lengua con Erman, se presenta frente a un complicado caso de divorcio. La situación se vuelve muy tensa y Azra intenta llevar la negociación de la mejor manera posible, aunque a punto está de perder al cliente. La intervención de su madre a última hora consigue reconducir la situación, pero Azra descubre con amargura que todo se debe a un malvado plan de su madre para no dejar su puesto y aferrarse al cargo. Azra se siente utilizada y dolida por la actitud de Çolpan que, lejos de arrepentirse de lo sucedido, parece estar disfrutando. La situación desemboca en la marcha de Azra del bufete familiar ante el asombro de su madre.
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