Una dura historia
El pasado más oscuro de Nazim aparece en la puerta de su casa
Cuando Zerrin abre la puerta de la casa de Nazim, se encuentra a una mujer con una niña que pregunta por él. La sorpresa está servida.
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Después de los recientes acontecimientos, la relación entre Nehir y Nazim pende de un hilo. Ella se siente engañada después de comprobar que Nazim y Tarik intercambiaron sus identidades para confundirla. Nazim, avergonzado por la cicatriz que le cruza la cara, utilizó a Tarik, un joven guapo, para que se hiciera pasar por él, conociera a Nehir y se despidieran sin que ella llegara a sospechar nada. Pero no salió bien y Nehir descubrió el engaño después de que Tarik se acostara con ella.
Nehir no quiere saber nada más del asunto, pero no se puede marchar porque la policía la está buscando. La acusan, junto a Zerrin, de ser una estafadora que se quiere aprovechar de hombres solteros y ricos para robarles el dinero. La situación es incómoda y hasta que todo se arregle, Nehir, Zerrin y Nazim deben compartir casa. Pero cuando una misteriosa mujer aparece en la puerta de la casa de Nazim con una niña en su mano, todo se complica más.
Nazim no se lo puede creer. Tiene delante de sí a la mujer que le fue infiel y por la que ha tenido que pagar un alto precio. Mató al hombre con el que se acostaba y él sufrió para siempre, una grave herida en la cara que lo marcó psicológicamente. Ahora le ha encontrado y se ha presentado en su domicilio para pedirle algo concreto. Nazim no se fía de ella y quiere que se vaya de su vida lo antes posible.
Nermin es el nombre de la mujer y viene con una niña pequeña de la mano. Nazim se muestra imperturbable y se limita a darles algo de comer y decirles que se vayan cuanto antes. Pero Nermin asegura que ha venido a verle porque Ayse es su hija. Nazim se queda petrificado al descubrir la noticia. Lo primero que hace es rechazar esa posibilidad, pues nadie nunca le habló de su existencia. Según Nermin no puede ser de nadie más. Se defiende asegurando que nunca quiso llevar a la niña a la prisión.
A pesar de la noticia, Nazim sigue implacable. No quiere saber nada de las dos y asegura que se hará la prueba de paternidad para confirmar que él no es el padre. Nermin está segura de que lo es y por eso ha acudido a buscarle. Ella asegura estar desesperada y necesita que Nazim las ayude. Pero él no quiere saber nada. Su vida quedó marcada aquel día en el que acudió pronto a casa para descubrir que su mujer le era infiel.
Al final Nermin le cuenta una de las principales razones por las que ha acudido a verle y pedirle ayuda. Su marido la maltrata y, lo que es peor, también lo hace con la pequeña Ayse. sabe que si sigue junto a él, será peor para su hija, por eso le implora a Nazim, que sabe que tiene buen corazón, que le ayude.
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