Lucas amenaza con renunciar a la herencia si no le dejan invertir en una empresa

Lucas quiere emprender un nuevo negocio con el dinero que va a recibir de la herencia y les pide a sus hermanos que le apoyen. Sin embargo, ninguno de ellos ve una viabilidad clara en el proyecto y lo rechazan. Le piden que primero se informe mejor y que se tome su tiempo. Sin embargo Lucas no lo entiende así. Cree que el problema de todos es que no confían en él y se enfada muchísimo cuando lo hablan.

En medio de la discusión amenaza con renunciar a la herencia y donar su parte a una organización benéfica. El resto de hermanos se lleva las manos a la cabeza y Marcos aprovecha la situación para volverse a meter con Sara a la que no admite en el grupo.